Geografía

El valle de Apalta se ubica en 34º 36’ S y 71º 15’ W en un predio perteneciente a la viña Montes. Administrativamente corresponde a la sexta región del Libertador General Bernardo O’Higgins, provincia de Cachapoal. Desde el punto de vista geográfico Apalta se encuentra en la cordillera de la Costa que en esta zona presenta alturas menores que en sus tramos más nortinos.  Está interrumpida por el río Tinguiririca formándose un pequeño valle cerrado por el norte por el cerro Divisadero, que alcanza los 1.000 metros de altitud sobre el nivel del mar. La cara sur del cerro que enfrenta al valle es muy abrupta. Bajan de él numerosas quebradas pequeñas por donde corre el agua de lluvia. Estas atraviesan los patronales de la viña y  algunas han conservado la vegetación natural. Dentro de ellas destaca especialmente una  muy larga ubicada hacia el sector poniente que presenta vegetación densa y gran variedad de especies.

Clima

Desde el punto de vista climático el valle de Apalta se encuentra inserto en plena región mediterránea en la zona central de Chile. Esta, junto a 4 lugares más en el mundo,  ocupa solo un 5 % de la superficie terrestre. Sin embargo las regiones mediterráneas son muy ricas en biodiversidad, concentrando el 20% de las especies vegetales del planeta. En Chile el 23 % de la biodiversidad total del país es endémico de la zona mediterránea  coincidiendo ésta con la zona de mayor densidad poblacional. Por esta razón, junto a otros 24 lugares del mundo, ha sido destacada como “hot spot” o área prioritaria para la conservación de la biodiversidad.

Esta zona bioclimática se extiende entre los 30º (Los Vilos) y los 38º (Angol) de latitud sur. Se caracteriza por presentar veranos secos y cálidos e inviernos fríos y lluviosos. Debido a que la disponibilidad de agua no coincide con la época de mayor temperatura, la vegetación ha debido adaptarse al stress hídrico estival con diferentes estrategias tales como presentar hojas duras y cubiertas de ceras para evitar la transpiración o simplemente desprenderse de ellas durante el verano. La época de mayor desarrollo de la vegetación corresponde a la primavera por encontrarse allí las condiciones más favorables en cuanto a humedad y temperatura.

El tipo vegetacional corresponde al matorral esclerófilo con formas de vida muy variadas: árboles, arbustos, enredaderas y herbáceas. Muchas de las especies que componen el matorral son endémicas de Chile, vale decir no crecen en ningún otro lugar del mundo, lo que les confiere un valor inestimable y hace necesaria su conservación.

Vegetación

Gran parte de la superficie del valle y pie de monte está plantada de vides. Sin embargo se ha respetado la vegetación autóctona de varias quebradas que cruzan el predio como también las laderas y cumbre del cerro Divisadero. Existen en el predio dos tipos de paisajes.

Matorral mediterráneo

El que ocupa mayor cantidad de superficie corresponde a un matorral de tipo mediterráneo, denso, compuesto por muchas especies de hojas duras y persistentes. Domina entre ellas Litre (Lithrea caustica), Bollén (Kageneckia oblonga), Peumo (Cryptocarya alba) y Quillay (Quillaja saponaria). Junto a los cursos de agua es posible encontrar especies hidrófilas tales como Patagua (Crinodendron patagua), Maitén (Maytenus boaria) y Sauce amargo (Salix humboldtiana). En las laderas más asoleadas crece Tevo (Retanilla trinervia), Chagualillo (Puya coerulea), Rarán (Myrceugenia obtusa), y Corontillo (Escallonia pulverulenta). Durante la primavera se desarrolla una interesante cubierta herbácea directamente relacionada con la cantidad  de lluvia caída en invierno. Destacan por sus bellas flores: Huilli (Leucocoryne ixioides), Nao (Conanthera trimaculata), Alstroemerias (A. ligtu y A. pulchra) y orquídeas (Chloraea spp.) Ascendiendo el cerro Divisadero, por una loma suave al este del predio, es posible encontrar también otras especies tales como: Radal (Lomatia hirsuta),  Arrayán (Luma apiculata) y Palpalén (Senecio yegua).

Bosque de Hualo  (Lophozonia glauca)

El segundo tipo vegetacional ocupa la cumbre y laderas suroriente del cerro Divisadero desde aproximadamente los 450 metros sobre el nivel del mar. Corresponde al bosque Maulino, conocido comúnmente  como “roblería”, dominado por el Hualo (Nothofagus glauca) Es de follaje caduco tomando una bella tonalidad dorada en otoño. Esta especie perteneciente a la familia de las fagáceas es endémica de Chile y crece entre la VI y la VIII región del país, tanto en la cordillera en la Costa como en la de los Andes hasta los 1.500 metros de altitud. Está muy bien adaptado a crecer en laderas pronunciadas y a soportar el verano seco del clima mediterráneo. En este caso forma un bosque denso y monoespecífico, encontrándose también algunos arbustos y herbáceas. El Hualo es de gran importancia desde el punto de vista forestal. Antiguamente era muy abundante sobre todo en la cordillera de la costa. Desde comienzos del siglo 19 debió soportar una fuerte presión por la calidad de su madera. Esta era exportada como también utilizada para la construcción de embarcaciones, los llamados “faluchos maulinos”. Actualmente se ocupa para carbón y leña y suele sufrir los efectos de incendios forestales. Presenta serios problemas de conservación y está declarada especie Vulnerable. Estas características le dan un inmenso valor ecológico al bosque del cerro Divisadero.

Conclusión

La vegetación natural que la viña ha preservado resultó de gran interés y muy representativa de lo que es la zona central de nuestro país. El total de especies contabilizadas ascendió a 107. Se pudo constatar el elevado porcentaje de endemismos, plantas que solo crecen en Chile, en este caso un  59 %. Esto confirma la necesidad de dar a conocer y conservar esta vegetación.

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